«-No sabes lo hija de puta que soy, te voy a matar.
- Oye: ¿qué haces?... ¡No, mi corazón, auxilio, me voy a morir! ...».
Son los audios desgarradores de Milko Remberto tras ser acuchillado mortalmente por su mujer. La propia víctima lo grabó con su teléfono móvil sin ser consciente de que iban a ser los últimos instantes de su vida.
¿Alguien se ha preguntado qué hacía Milko grabando la discusión con su pareja?... Se trata de un recurso habitual entre los hombres en situación de crisis conyugal, lo hacen para evitar ser incriminados por denuncias falsas, la grabación les puede salvar de la cárcel, aunque ellas saldrán indemnes igualmente y podrán intentar generar el conflicto nuevamente, que el abogado lo tendrán gratis, por virtud de una ley llamada LIVG. Por virtud de esa misma ley, los hombres que son maltratados por sus parejas se ven impedidos de denunciar cuando van a comisaría. El mejor consejo que reciben una vez allí es “váyase a casa de un amigo, si denuncia, ella puede venir e inculparlo a usted, y en ese caso tendrá que dormir en el calabozo”. Es lo bueno de las leyes transversales como la LIVG, lo abarcan todo, también la manera de informar y los minutos de silencio..
La muerte de Milko no formará parte de ninguna estadística de ningún observatorio estatal de violencia contra el hombre, ni siquiera de ningún observatorio de violencia intrafamiliar.En esta ocasión los ayuntamientos no se reunirán a las puertas para hacer un minuto de silencio por una víctima más que debería ser igual a las otras, porque hacerlo sería una ignominia para el gobierno, para el estado, para el feminismo institucional y para la lucha por la igualdad. El pecado de Milko viene señalado desde su nacimiento en su ingle: es indigno por ser hombre, Lorca ya lo dijo sin querer
Como el toro he nacido para el luto
y el dolor, como el toro estoy marcado
por un hierro infernal en el costado
y por varón en la ingle con un fruto.
Para que el estado pueda sostener una ley tan infame como la LIVG es preciso borrar toda huella de las otras víctimas, aquellas que no son las mujeres que mueren a manos de hombres , un la violencia que yo llamo violencia altergénero, que no existe, que incluye también a las parejas gays y lesbianas que son maltratadas por el otro/a. Es es preciso por tanto correr un tupido velo y pasar rápido la página que algunos periódicos locales y algunos de baja tirada se habrían atrevido a publicar. Milko no nos puede ensombrecer el cuento y la prensa se presta entusiasta a este juego de la censura o la exageración según sea la calidad sexual de la víctima y del victimario. Se trata de una prensa que se debe no sólo a la corrección periodística impuesta por el “decálogo para informar sobre la violencia de género”, sino también a los millones de euros con que el estado patriarcal riega sus cuentas corrientes por la vía de subvenciones y contratos publicitarios, entre los que se encuentran jugosas campañas contra la violencia de género -yo me atrevería a denominarlas directamente campañas contra el hombre- pero ya sabes: “si no participas de la fiesta no pillas cacho y a la maltratada que le den”, así que publicamos lo que haga falta, como aquel famoso titular en el que una mujer apuñala a un hombre: el titular rezaba así “La víctima y el fallecido”, ¡eso si que merece un contratito extra!
“si no participas de la fiesta no pillas cacho y a la maltratada que le den”
Una vez que la prensa, y la estadística “fraccionada” se hayan ganado a la opinión pública, el "estado patriarcal" puede sostener con unos cuantos millones más a sus "revolucionari@s", por la vía de las asociaciones feministas, escandalizadas por los machos violentos que conviven en la sociedad, es entonces cuando se podrán llenar las calles de millones de banderas lilas el 8M (a 8€ las 100 banderas) y ya podremos cantar consignas y difundirlas mundialmente.
Por último, ya que el pueblo lo pide, el “estado patriarcal” podrá legislar todavía más duramente contra esos machos, con 200 chupitos más contra la violencia de género, por ejemplo (acompañados de 1.000 millones de € extras, a 50 millones el chupito).
Gracias a las virtudes esa ley que es transversal y que abarca todos los ámbitos (el legal, el penal, el policial, el periodístico, el sanitario, el laboral, el de la educación), hablar de Milko es machismo y hay que combatirlo. Gracias a esta ley sólo tendremos la libertad de sentir pena por las mujeres muertas a manos de los hombres, ni tan siquiera los niños merecerán ese minuto de silencio cuando quien asesina sea una mujer. Gracias a esta ley, habremos llegado al punto en el que los hombres tengan que grabar su propia muerte para que se pueda incriminar en juicio a una mujer, por que sino, ya sabes...si lo mató, es que era un hijo de p*ta. El violador eras tú, no vaya a ser que se nos caiga el invento.
Pedro Romero Matos
Vicepresidente - Igualdad Real